Un país con buenas enfermeras será más feliz



Siempre quiso ser enfermera?
A los siete años lo proclamé: “¡Quiero ser enfermera!”
Qué precoz, ¿no?
También quise ser rabino, psicóloga, abogada… Pero quedó lo de enfermera… y no estaba bien visto.
¿No?
Ser médico, sí, pero ser enfermera… era algo menor. Hoy ya es una profesión que ha encontrado su orgullo, su relevancia. En Canadá es así, en España todavía no tanto…
¿No valoramos esta profesión?
No lo suficiente. ¡Ser enfermera es la mejor profesión del mundo!
Qué pasión.
Es un trabajo más importante que el de un político: la enfermera tiene la vida de las personas en la punta de los dedos. La enfermera cambia la vida de la gente.
Lo dice convencida.
Lo estoy: un país con buenas enfermeras será mejor y más feliz.
Pues estamos recortando…
¡Qué gran desgracia para el bienestar de los españoles! La enfermera es central para una buena sanidad pública.

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